Harry Potter y la Orden del Fénix: Tinta entre absurda y siniestra, pero recomendable

Hace un rato que terminé, después de aproximadamente dos meses de lectura, las 893 páginas que conforman el quinto libro de la archiconocida saga literaria creada por J. K. Rowling. Lo cierto es que fue una lectura "ligera" de verano, que evocó mucha sensaciones a medida que lo avanzaba: me acordaba de cuando me lo compraron para las Navidades del 2005 y cuando lo leía por primera vez en aquel verano de vacaciones en Mar del Plata; cuando se lo contaba a mi hermano caminando por la playa, sintiendo la caricia del mar sobre los pies...

Pero también, más allá de los recuerdos personales que susurran algunas de sus numerosas páginas, me recordaban a los anteriores libros de la saga, y lo cierto es que su autora mejoró muchísimo en cuanto al carácter narrativo de sus obras a medida que avanzaba con las peripecias del joven y famoso maguito llamado Harry Potter.

Me encantan sus libros y sus películas (algùn día subiré críticas referidas al resto), pero, a mi parecer, El Cáliz de Fuego, predecesor de La Orden del Fénix, es mejor, en parte porque no pretende extender forzosamente su trama ni la rellena con subtramas absurdos y/o exagerados, como en este libro, donde vienen de la mano del despótico personaje de la profesora Dolores Jane Umbridge, a veces interesante, a veces no, pero exagerado en demasìa.

Otro punto flojo, denso, en la trama, son las MHB a las cuales se someten los estudiantes, y los partidos de Quidditch, ya que Harry participa muy poco en ellos. Según mi parecer, claro.

Pero no digo que el libro sea malo. Al contrario: si uno consigue sobrellevar sus numerosas páginas (y su peso :) , se encuentra con momentos destacables, especialmente todos los que ocurren fuera de Hogwarts, como cuando Harry y sus amigos escapan del colegio para enredarse en los hilos siniestros de Voldemort y sus seguidores y enfrentarse finalmente a ellos en el extraño y oscuro Departamento de Misterios; o cuando se quedan unos días en Grimmauld Place, dando cabida a interesantísimos personajes como Sirius y Tonks; o cuando están en el Hospital San Mungo a causa del ataque sufrido por el señor Weasley.

Lo que rescato:

-Las visiones de Harry. Especialmente esa en la que sueña que es su principal enemigo, Lord Voldemort.

-La incursión, quizás breve pero muy personificada, del personaje de Tonks, su torpeza, el descontrol que marca con el cambio de color de su cabello, su rasgo desordenado, su valor al luchar con Bellatrix en la Cámara de la Muerte...

-La caracterización increíble del personaje antagonista de Bellatrix Lestrange, tan despótica y cruel como la interpreta la genial Helena Bonham Carter en los largometrajes.

-El clima y los lugares insólitos y enigmáticos del Departamento de Misterios (la Sala del Tiempo y la Cámara de la Muerte, el Salón de Profecías) y todo cuanto se desarrolla allí.

-La reveladora conversaciòn final con Dumbledore.

-El cambio que se produce en Harry al sufrir la muerte de un ser querido, muy bien tratado por la autora.

Lo flojo:

-Por momentos, el personaje de Dolores Umbridge, exagerado en demasìa.

-Las MHB.

-El personaje de Hagrid, la aparición de Grawp y su historia en busca de los gigantes.

-El enfrentamiento en el Bosque Prohibido.

-El histérico personaje de Cho Chang.

-La abrupta disoluciòn del Ejército de Dumbledore, que tan importante parecía ser y al final quedó flotando, catapultado por otras tramas.

-El enojo de los centauros y el reemplazo de Firenze como profesor de Adivinación.

Bueno, sin más los despido y espero no haberlos aburrido... :)

en definitiva, este no es un gran libro, menos el mejor de la saga, pero es interesante para todos quienes queramos al intrépido maguito y sus amigos.